Nosotros
Unidad Educativa Luisa de Jesús Cordero
Somos una obra educativa basada en el Evangelio y la Pedagogía, con el propósito de formar a la niñez y juventud con valores humano-cristianos, con pensamiento crítico, reflexivo, innovador y conciencia ambiental, mediante el uso de metodologías activas, en el manejo adecuado de la tecnología y personal capacitado.
Nuestra Historia
Madre Luisa de Jesús, religiosa cofundadora de las Casas Dominicas del Perú, reconocida maestra y formadora de docentes, entrego su vida a la educación y fue la benefactora de la quinta de San Roque, donde hoy se levanta la Unidad Educativa que lleva su nombre desde 1956.
En manuscritos históricos que reposan en la Unidad Educativa se señala que es hija de Luis Cordero Crespo, ex presidente de la republica del Ecuador, y de Doña Jesús Dávila Heredia. Nació en Cuenca, ingresó a tierna edad a la Comunidad Dominica. Una vez concluidos sus estudios desempeñó los cargos de Priora y Vicaria; por sus virtudes de ser solidaria, disciplinada y trabajadora.
Pero su abnegación por los desvalidos y, especialmente por los niños y adolescentes, hizo que sus bienes como la hacienda San José, hoy parroquia San Roque, sean donados para obras de servicio educativo y social; en esta propiedad se construyeron la universidad de Cuenca y la Unidad Educativa “Luisa de Jesús Cordero”, regentada por las hermanas Dominicas.
Sus Aspiraciones
La Madre Luisa desempeñó una variada y fecunda actividad dentro y fuera de la comunidad Dominica; entre las más destacadas están las áreas pedagógicas, musicales y pictóricas. Quiso fundar un postulantado y un noviciado, pero al no ver cristalizados sus sueños, decidió fundar una escuela para educar a las niñas de escasos recursos, anhelo que tampoco viera hecho realidad ante su repentino fallecimiento a la edad de 39 años.
Su discípula y seguidora, la Madre Matilde Crespo, ayudó a cumplir y hacer realidad las aspiraciones de Sor Luisa, como la fundación de la escuela “Luisa de Jesús Cordero” en 1956. Luego continuaron con los esfuerzos para el crecimiento del establecimiento las Madres Inés Moreno y Benedicta Zhunir, bajo el asesoramiento del Padre Juan María Riofrío.
«La enseñanza social de la Iglesia ofrece orientaciones para la promoción de los derechos humanos, para la tutela de la familia, para una economía al servicio del hombre, para un nuevo orden internacional que garantice la justicia y la paz.»